Cultura, historia, arte y naturaleza van de la mano en una ciudad que tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. Grenoble, conocida como la capital de los Alpes, es ideal para realizar una escapada de fin de semana. El teleférico de la Bastilla, esas burbujas que sobrevuelan el río Isere, será una de las primeras imágenes que llamarán tu atención. Los paisajes que la rodean son sencillamente espectaculares y las diferentes rutas que se pueden hacer por toda la región de Isere te acercarán a la viva esencia de la naturaleza. Los amantes del trekking y el esquí encontrarán un auténtico paraíso donde satisfacer sus gustos…
Aunque Grenoble cuenta con aeropuerto propio hay muy poca frecuencia de vuelos hasta allí por lo que la opción alternativa, si no se opta por ir en coche desde España, es volar hasta Lyon y desde allí tomar un tren hasta la ciudad en un trayecto de hora y media de duración.